El número de muertes no deja de aumentar y la Justicia avanza en una investigación que podría destapar un caso sin precedentes en el país.
El brote de muertes vinculadas a fentanilo adulterado ya se cobró la vida de 96 personas en Argentina, mientras persisten las dudas sobre la verdadera magnitud del caso. En las últimas horas, fuentes judiciales y sanitarias confirmaron que la cifra podría modificarse, debido a inconsistencias en algunos reportes y la aparición de casos sospechosos que aún se analizan.
La agencia Noticias Argentinas constató que entre las víctimas figuran pacientes que recibieron dosis contaminadas del potente opioide. En paralelo, investigadores rastrean el origen de nueve muertes registradas en Bahía Blanca, cuya conexión con el fentanilo no está plenamente confirmada. De corroborarse, el total de fallecidos podría variar en los próximos días.
El martes, las autoridades anunciaron la incautación de todas las ampollas adulteradas distribuidas a nivel nacional, un paso clave para frenar la propagación de nuevas víctimas. El decomiso incluye más de 100 mil dosis que nunca llegaron a aplicarse, lo que, según el Ministerio de Salud, elimina la presencia del lote contaminado en hospitales y clínicas.
Los análisis de laboratorio revelaron que el fentanilo estaba contaminado con bacterias peligrosas, como Ralstonia pikettii y Klebsiella pneumoniae, capaces de provocar graves infecciones y septicemias. Aun así, las investigaciones continúan y no se descarta que puedan aparecer casos no registrados, en lo que ya se perfila como uno de los episodios sanitarios más graves de los últimos años.