Es jujeña, vive en México y realiza actividades artísticas para difundir la cultura argentina

María Julia Rodríguez es una bailarina y docente jujeña que reside hace casi 16 años en México, y creó, junto a otros argentinos, una Asociación Civil que difunde la cultura nacional en dicho país y estuvo conversando con nosotros en nuestro streaming JAD en vivo, para contar como es su vida allá, y lo que hace.

Según comentó Julia, fundó la Asociación Civil llamada “Casa de la Cultura Argentina en México” junto a Nora Saúl y otros argentinos en el año 2015, “realizamos diferentes actividades con este proyecto y también cada uno por nuestra cuenta, que nos han brindado muchas satisfacciones, emocionalmente hablando”.

En este marco, destacó que ella es bailarina de tango y folklore, y ambas propuestas son muy bien recibidas por parte del público mexicano, “en el caso del folklore, mucha gente no lo conoce, pero igualmente es muy bienvenido, en cambio el tango al ser más comercial, suele tener mayor salida laboral”, explicó.

Respecto a la propuesta artística que llevan a cabo con la Casa de la Cultura, indicó que en el año 2014 comenzaron a realizar algunas peñas en diferentes lugares, y, tras la buena recepción, fundaron este proyecto al que se acercaron artistas mexicanos como Ernesto Anaya, los músicos andinos “Chacaua” y, cuando comenzó a conformarse la comunidad realizaron una reproducción a baja escala del Festival de la Chacarera, evento que fue apadrinado por Jorge Luis Carabajal, y se retomó el año pasado.

Además de esto, comentó que se realizaron otras propuestas como el Festival de la Pachamana, torneos de fútbol y tertulias literarias.

Su llegada a México y su vida actual

Julia llegó al país hace casi 16 años por una cuestión familiar, según comentó, y expresó que “fue un cambio rotundo llegar de una provincia tan tranquila como Jujuy a la Ciudad de México, con tanta gente y movimiento, así que fue un poco complicada mi adaptación”.

En cuanto a los costos de la vida, indicó que “hay que buscar un extra” pero que “hay muchos lugares para trabajar, hay mucho comercio informal y la gente se la rebusca, así que no te morís de hambre”.