¿Quién sabe más de fútbol? ¿El director técnico de uno de los clubes más importantes de Europa o los medio ingleses? A 48 horas de su arribo en Londres, la nueva incorporación del Chelsea, el campeón del mundo Enzo Fernández debutó en su nuevo club y recibió grandes elogios de sus DT mientras que los diarios británicos lo criticaron.
En tan solo dos meses, el argentino de 22 años hizo historia luego de levantar la copa del mundo en el mundial de Qatar en donde fue nombrando como mejor jugador joven del torneo y hace un par de días se convirtió en una de las compras más caras de la historia del fútbol y la número uno de Argentina: US$ 132 millones.
En su debut le tocó enfrentar al Stamford Bridge, partido que finalizó 0 a 0 y que dejó a los Blues novenos en la tabla de la Premier League y fuera de los puestos de clasificación a la próxima temporada de copas europeas, Potter evaluó que la tarea de Fernández había sido “muy buena, teniendo en cuenta que lleva poco tiempo en el país”. “No nos conoce ni nosotros lo conocemos a él, pero creo que se pueden ver destellos de su calidad y personalidad. Irá mejorando”, pronosticó el DT.
En cuanto al trabajo del equipo en general analizó: “Por momentos lo hicimos bien, por momentos se vio la falta de conexión que cabría esperar con algunos chicos que regresan de una lesión o que se están integrando en el equipo. Es donde estamos en este momento, pero hay cosas que trabajar y cosas que mejorar”
Por otro lado, los que esperaban con los tenedores en la mano para destruir al argentino, fueron los medios ingleses que destruyeron a Fernández, el impiadoso fue The Guardian, que consideró que el conjunto del oeste de Londres se había mostrado “soso, sin rumbo y plomizo” y que había protagonizado “un abyecto fracaso a la hora de producir el tipo de fútbol que corresponde a un gasto de más de 500 millones de libras en nuevos fichajes”.
Entre tantos cuestionamientos, el periódico destacó como “lo positivo” del equipo al exjugador de River, Defensa y Justicia y Benfica, “estuvo ordenado en el centro del campo, aunque sin llegar a demostrar por qué costó 106,8 millones de libras”.