Laura LozanoEl empresario sudafricano dio un paso al costado luego de expresar su descontento con un polémico proyecto de ley fiscal impulsado por el presidente.
Elon Musk oficializó su renuncia como asesor especial del presidente Donald Trump, luego de meses de intentar impulsar reformas para reducir la burocracia federal. Su salida, comunicada a través de su cuenta en X, pone fin a una etapa donde Musk lideró el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado para revisar y recortar el gasto público.
Desde el inicio, Musk tuvo ambiciosos objetivos, buscando eliminar hasta dos billones de dólares en gastos estatales; sin embargo, esa meta se fue ajustando hasta quedar en alrededor de 150 mil millones. Durante su gestión, enfrentó una fuerte resistencia interna y múltiples obstáculos legales, lo que, según él mismo declaró, convirtió la tarea en una “batalla cuesta arriba” dentro del entramado político y burocrático de Washington.
La renuncia se produjo poco después de que Musk criticara abiertamente el proyecto de ley central de Trump, que combina recortes impositivos con una política migratoria más estricta. El empresario calificó la iniciativa como un “proyecto de gasto masivo” que incrementa el déficit federal y contradice el propósito de su departamento, dejando claro su desencanto con la administración.
A pesar de las tensiones, Musk mantuvo una relación cercana con Trump durante gran parte de su paso por la Casa Blanca, llegando incluso a financiar parte de su campaña con una fuerte inversión económica. Sin embargo, en sus últimas declaraciones, el magnate manifestó que considera que ya cumplió su ciclo en la política, dejando la puerta abierta para nuevos proyectos fuera del ámbito gubernamental.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
