Un tip casero explotó en TikTok y llegó a los hogares argentinos… pero no todo es tan mágico como parece.
Mientras el frío aprieta en el invierno jujeño, un viejo conocido del embalaje se convirtió en protagonista inesperado: el plástico de burbujas. Miles de usuarios en TikTok están pegándolo en las ventanas con la promesa de reducir la pérdida de calor. La técnica —bautizada como “el truco finlandés”— propone una alternativa económica para combatir los ambientes helados sin recurrir a estufas.
El método consiste en cortar el plástico al tamaño del vidrio, rociarlo con agua y adherirlo con las burbujas mirando hacia la ventana. El aire atrapado actuaría como aislante térmico. Aunque en redes sociales aseguran que “cambia la temperatura de una pieza”, los especialistas llaman a la cautela. Si bien puede reducir el empañamiento y generar un pequeño efecto de barrera, su impacto real en la temperatura ambiente es limitado.
Desde el punto de vista técnico, es apenas una solución temporal. “Sirve en climas moderados o para frenar un poco el frío por unas horas, pero no reemplaza a materiales como el doble vidrio o los burletes térmicos”, explicaron expertos en climatización. Además, al tapar los vidrios con este material, se pierde visibilidad y pueden aparecer problemas de condensación si se instala mal.
En definitiva, el truco casero puede sumar como parche express para habitaciones frías, pero no es ninguna revolución térmica. Ideal para quienes buscan ahorrar o salir del paso unos días, pero lejos de las soluciones reales de eficiencia energética.