Jorge Rial denunció públicamente una amenaza que vivió en la puerta de su casa, donde encontró estacionado un auto Ford Falcon con un hombre dentro, quien lo miraba fijo mientras tomaba mate.
Esta situación lo hizo sentir inseguro y temeroso, evocando recuerdos de la última dictadura militar en Argentina, ya que el Falcon es un símbolo asociado a la represión de aquella época. Rial explicó en su programa de radio que esta intimidación no fue un hecho aislado, ya que venía recibiendo llamados extraños y hostigamientos previos, y señaló directamente al gobierno de Javier Milei señalando que ese vehículo es un emblema para sus seguidores y representa la represión.
El hecho también generó alarma en sus vecinos, quienes alertaron a la policía, que acudió a constatar la situación. Rial afirmó que esta amenaza busca amedrentar su labor periodística, pero aseguró que no lo van a callar y que seguirá diciendo lo que piensa. Además, Rial vinculó la tensión actual con las filtraciones de audios comprometidos para el entorno presidencial y denuncias contra él y sus colegas, haciendo crecer la confrontación política y el clima de inseguridad para los periodistas.
Este episodio refleja la vulnerabilidad y los riesgos que enfrentan algunos comunicadores en un contexto de creciente tensión política y restrictividad hacia la libertad de expresión en Argentina .
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