El Gobierno de Nación puso en marcha una ronda de consultas internas para instrumentar un bono de fin de año para los trabajadores del sector privado, unos seis millones de empleados en todo el país, con el objetivo de morigerar la pérdida del poder adquisitivo que les provocó en los últimos meses el aumento de la inflación.
Tras la presión pública que ejerció el kirchnerismo para que se avance con una suma fija, el presidente Alberto Fernández le asignó el asunto a sus ministros Sergio Massa (Economía) y Kelly Olmos (Trabajo).
Massa y Olmos se reunirán la semana próxima para trabajar los detalles del bono, que partiría de un piso de $30.000, la suma que acordaron los gremios estatales UPCN y ATE en la paritaria con el Estado nacional, que engloba a 3,3 millones de agentes públicos. Hasta el momento, los funcionarios no dieron precisiones sobre la posibilidad de que el bono sea extendido a sectores informales de la economía, aunque en ese caso el ministerio involucrado sería Desarrollo Social.
“El 70 por ciento de los salarios menores de 70 mil pesos hoy son los empleados municipales, y los intendentes no tienen cómo pagar una suma fija”. Por eso es que tanto el Presidente como sus ministros de Economía y de Trabajo se inclinarían por el instrumento del bono. “Una suma fija por decreto no discrimina” advirtieron en Balcarce 50.
Fuente: La Nación.