El futbolista presentó una prueba que dejó a todos boquiabiertos y ella no se quedó callada.
La guerra entre Wanda Nara y Mauro Icardi sumó un nuevo y explosivo capítulo que dejó a todos con la mandíbula por el piso. Esta vez, el delantero del Galatasaray fue más allá y, en plena disputa judicial, acusó a su ex de mostrarse en un “dudoso estado cognitivo” en redes sociales, sugiriendo que habría estado bajo efectos de alguna sustancia. Como era de esperarse, Wanda reaccionó con furia desde sus historias de Instagram.
Todo se desató cuando el abogado de Icardi presentó como prueba un polémico video en el que se ve a Wanda con L-Gante, donde el cantante le chupa el cachete mientras ella ríe a cámara. “Hace dos semanas fue. Está el link presentado de ese momento”, confirmó Angie Balbiani en el ciclo Puro Show, mientras que la panelista Fernanda Iglesias agregó que “en esas imágenes parecía drogada”.

Desde el entorno de Icardi aseguraron que la preocupación es genuina, sobre todo por el impacto que ese tipo de exposiciones podría tener en sus hijas. “Esto tampoco ayuda a las psiquis de las chicas”, argumentaron las abogadas del futbolista, quienes además denunciaron que las menores están bloqueadas para hablar con su padre, aunque sí tienen actividad en redes.
Wanda, fiel a su estilo, respondió sin filtro en sus redes, dejando entrever que no piensa dejar pasar la acusación. Aunque no nombró directamente a Icardi, escribió: “Hay cosas que ni con la peor intención se deben decir. Más cuando hay chicas de por medio”. La novela sigue, y todo indica que el escándalo recién empieza.