Expertos explican cómo reconocerla, los riesgos de su veneno y qué hacer ante una picadura.
La araña de rincón, también conocida como “violinista” o por su nombre científico Loxosceles laeta, es una de las tres especies más venenosas del país. Su presencia es común en todo el territorio nacional, aunque los ataques son raros y generalmente accidentales. Sin embargo, los especialistas advierten que su veneno puede resultar potencialmente mortal, especialmente para niños y personas con menor resistencia física.
Cómo identificarla y dónde se esconde
Según Hernán Funes, doctor en Ciencias y Tecnología y especialista en plagas urbanas, esta araña mide alrededor de 3 centímetros, con patas largas y un color marrón claro. Su característica más distintiva es un dibujo en forma de violín en la región entre cabeza y tórax.

Prefiere lugares oscuros y tranquilos del hogar: detrás de cuadros, muebles viejos, grietas en paredes, o incluso en ropa y calzado que se deja al aire libre. “Buscan lugares con refugio y poca luz. Si dejamos las zapatillas afuera, es clave sacudirlas antes de ponérselas”, aconseja.
Los efectos del veneno en el organismo
El veneno de la araña de rincón puede provocar hemólisis, es decir, la destrucción de glóbulos rojos, lo que puede derivar en insuficiencia renal o problemas de coagulación. En casos graves, el cuadro puede evolucionar a falla multiorgánica. “La picadura puede parecer inicial y poco dolorosa, pero luego produce inflamación, dolor punzante o quemante y, en algunos casos, lesiones que necrotizan la piel”, explica Adolfo de Roodt, toxicólogo de la Universidad de Buenos Aires. Los síntomas suelen aparecer horas después, y se recomienda atención médica inmediata.

Primeros auxilios y tratamiento oportuno
Los especialistas recomiendan mantener la calma y acudir rápidamente a un centro de salud. El antídoto debe administrarse idealmente dentro de las primeras 24 a 48 horas tras la picadura. “Si se aplica el tratamiento rápido, la lesión se delimita y el daño es mucho menor”, aclara De Roodt. Además, se aconseja evitar manipular leña o elementos donde la araña pueda estar refugiada y sacudir la ropa o calzado que estuvo al exterior.
Prevención en el hogar
Mantener la casa limpia y ordenada es fundamental. Otros consejos incluyen limpiar pisos de placards, revisar muebles antiguos, colocar alambres de tejido en ventanas y puertas, y sacudir siempre ropa y calzado antes de usarlos. La prevención, aseguran los expertos, es la principal herramienta para reducir el riesgo de encuentros accidentales con esta especie peligrosa.