Desde la Iglesia Católica venían realizando anuncios sobre el estado de salud de Joseph Ratzinger, tal era su nombre secular, conocido mundialmente como Benedicto XVI, e primer papa emérito, quien falleció en el último día del 2022 a la edad de 95 años.
El exsumo pontífice ocupó el trono de Pedro durante 8 años, para luego dar un paso al costado y facilitar una renovación necesaria. En la historia ya tenía un largo pasado en el gobierno de la Iglesia como estrecho colaborador de Juan Pablo II.
“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, señaló el director de la oficina de prensa vaticana en un comunicado. La capilla ardiente se ubicará en la Basílica de San Pedro a partir del lunes 2 de enero por la mañana.
La preocupación por el estado de salud del papa y teólogo alemán surgió el miércoles 28 de diciembre, cuando su sucesor, Francisco, reconoció que estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general. Poco después, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que el estado de salud de Benedicto XVI se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, había afirmado en repetidas ocasiones en los últimos años que Ratzinger era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.