Omar Scarel, presidente del directorio de Vicentin, fue detenido esta mañana en la localidad de Avellaneda por orden de la Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos de Rosario. Fue en el marco de la causa penal contra directivos de la firma, que se imputó en octubre pasado.
En los próximos días, se le imputará el delito de desobediencia, por “haber intentado vender activos de la empresa Renova que estaban cautelados por orden judicial en la causa Vicentin”. También hubo allanamientos en Rosario, en búsqueda de documentación de interés para la causa.
Según se indicó desde el Ministerio Público de la Acusación, la Unidad de Delitos Económicos y Complejos ordenó la detención en relación a investigación por disposición de activos de empresa Renova cuando estaban cautelados por orden judicial. Consultados por más detalles, plantearon que “se reservan para la audiencia imputativa, prevista para los próximos días”. El dato es que será entre miércoles y jueves.
La medida dispuesta en la causa que llevan adelante los fiscales Sebastián Narvaja y Miguel Moreno -que en octubre imputaron a Scarel por su actividad previa a ser presidente de la empresa, es decir cuando se desempeñaba como contador-, se dio en el marco de una serie de allanamientos que también llegaron a Puerto Norte de Rosario, en busca de documentación y material de interés para la causa.
“La detención de Omar Scarel, actual presidente de Vicentin, marca la necesidad de recuperar la iniciativa política para no perder presencia nacional en el comercio exterior de granos. La ilegalidad de las operaciones de Vicentin en los últimos años pone en relieve el crecimiento de su socio internacional permanente, Glencore hoy llamado Viterra, la primera exportadora argentina. El gobierno nacional debe despertar para construir algo parecido a la imprescindible soberanía económica que no tenemos. Felicitaciones, una vez más, al trabajo de fiscales rosarinos generalmente perseguidos por políticos conservadores”, expresó el diputado Carlos Del Frade.
Fuente: Página 12.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
