En la noche del miércoles, el presidente anunció el Decreto de Necesidad y Urgencia donde deroga y modifica parcialmente más de 300 normas. Ante esto, el peronismo, la izquierda y la Coalición Cívica expresaron, y luego se expresaron voces críticas del radicalismo y partidos provinciales.
Ante un congreso en el que La Libertad Avanza es minoría, se corre el riesgo este sea el primer DNU rechazado por el Poder Ejecutivo.
Ante las críticas de la oposición, Javier Milei advirtió: “Quedarán en evidencia frente a los argentinos quienes están en contra del progreso y quienes son casta”.
Tras el anuncio, los primeros sectores en rechazar el DNU fueron Unión por la Patria y la Izquierda, seguidos por el partido fundado por Elisa Carrió, la Coalición Cívica.
La bancada de Unión por la Patria, que tiene 101 diputados, salió con un comunicado en el que dejó en claro su postura indicaron que era un “brutal avasallamiento de las facultades del Congreso” y señalaron que quienes lo aprueben “serán infames traidores a la Patria”.
Luego de esto, los referentes de la bancada que lidera Germán Martínez se reunió en el mediodía del jueves con la cúpula de la CGT primero, y con la de la CTA después, para coordinar el rechazo al texto.
En lo que respecta a Unión por la Patria, plantearon que la discusión no es en torno al contenido del DNU, sino a la forma. En concreto, el planteo es que el Ejecutivo envíe las reformas, pero a través de proyectos de ley y no en un único DNU, que no puede ser modificado por el Congreso. Las Cámaras apenas pueden aprobar o rechazar el texto impulsado por LLA.
“El paro es una de las posibilidades, la movilización es una de las posibilidades, y la acción judicial también”, dijo el triunviro de la CGT, Héctor Dáer, antes de entrar al encuentro, y advirtió que la reacción al DNU del jefe del Estado no le compete “solo al movimiento obrero” sino que comprende a “todos los sectores”.
En cuanto a la Izquierda, bloque que reúne a 5 diputados, Miriam Bregman se manifestó en sus redes sociales y dijo: “Estamos viendo gran estafa electoral. Llegaron diciendo que el gran problema es el déficit fiscal, pero meten un DNU para reformar en forma monárquica las leyes laborales, de medicamentos o los clubes de fútbol. Es decir, lo que le interesa al poder económico al cual responden”.
Por parte de la Coalición Cívica, bloque que reúne seis diputados, el diputado Maximiliano Ferraro expresó que “el dictado de todo DNU es para una situación excepcional. Lo anunciado por el Presidente de la Nación no cumpliría con los requisitos constitucionales del artículo 99º inciso 3º. Es por eso que se procederá a la evaluación pormenorizada de cada ley derogada y/o modificada ya que el Presidente, pudiendo llamar a sesiones extraordinarias en el Congreso, optó por arrogarse facultades legislativas”.
El radicalismo también emitió un comunicado, en el que planteó que “el Poder Ejecutivo está a tiempo de enmendar su error enviando un proyecto de Ley espejo que pueda debatirse en el Congreso de la Nación, recuperando así el camino de la normalidad, la construcción de confianza política, los consensos y el diálogo parlamentario”.
De igual manera, se manifestaron en contra de las formas y no del contenido del Decreto. En este marco, el líder de la bancada Cambio Federal, Miguel Ángel Pichetto, tuiteó: “El Presidente debe gobernar con el Congreso no contra el Congreso. Muchas de las reformas planteadas deben ser tratadas por ley, y seguramente muchas podrían tener su aprobación”.
Por otra parte, en el PRO hay posturas divididas, algunos diputados se encuentran estudiando la letra chica del DNU, y consideran que la forma de avanzar con la desregulación del Estado debía ser por medio de leyes, otros, como Luciano Laspina, ya salieron a expresar su postura. De todas maneras, fuentes del bloque amarillo no descartan que el PRO mantenga su postura de “acompañamiento responsable”.
“Quiero expresar mi apoyo al decreto”, dijo el economista, y aseguró: “Fue un trabajo enorme originalmente preparado para nuestro gobierno, que LLA tuvo la valentía de ejecutar. Elimina de un plumazo cientos de prebendas arrancadas a los gobiernos por lobbies sindicales y corporativos”.
Todavía queda saber qué opinión emitirán los bloques Hacemos por nuestro país e Innovación Federal, que reúnen casi una veintena de diputados.
En cuanto al Senado, al rechazo de Unión por la Patria se le sumó, además, el del senador de Unidad Federal, Edgardo Kueider. “Todo indica que el DNU es inconstitucional, y que las materias en las que avanza no están respaldadas ni por la necesidad ni por la urgencia que reclama este instrumento”, expresó el senador.
El Gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, cuya fuerza tiene una banca en el Senado, también rechazó el DNU y dijo que “avanza sobre facultades exclusivas del Poder Legislativo, derogando leyes sin pasar por el Congreso, eliminando decenas de controles estatales y habilitando la privatización de empresas públicas como YPF y Aerolíneas Argentinas”.
Además, concluyó diciendo: “Las grandes transformaciones deben ser discutidas, acordadas. Necesitamos reformas que se construyan a partir del diálogo y el consenso”.
Información de El Cronista e Infobae