La reciente suba de las tasas de interés decretada por el Banco Central incluye a la financiación con las tarjetas de crédito. El pago parcial del vencimiento de los gastos hechos con esos plásticos tendrá, a partir de ahora, un costo extra. Será más caro.
¿Pero cuánto más caro? La disposición del BCRA ubicó a la tasa nominal anual en el 49%, seis puntos por encima de la que regía hasta ahora.
Pero, atención, eso implica que el costo financiero total (CFT), que hasta este último incremento rondaba el 65,5% anual subiera al 75,7% anual, aproximadamente.
Este cambio es el que hay que tener en cuenta para estimar el encarecimiento de financiar los gastos con las tarjetas.
Básicamente, porque este CFT se ubica por encima de la inflación interanual -en torno al 51%-, pero sobre todo, también, por arriba de la mejora salarial promedio. Esa es la pregunta que debe hacerse cualquier consumidor a la hora de pagar sólo una parte del vencimiento de la tarjeta: si la evolución de su sueldo va en línea con el costo que le cobra la tarjeta.
A diferencia de la tasa nominal que suele informarse en tipografía grande, el CFT toma en cuenta los costos asociados al servicio. En este caso, el IVA, el seguro y otros gastos administrativos, entre otros.