Jujuy A DiarioLa investigación de uno de los crímenes más impactantes de la historia reciente de Jujuy, que tiene como principal acusado a Matías Jurado, de 37 años, hoy formalmente imputado y detenido en el penal de Gorriti; avanza a paso firme.
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Uno de los procedimientos clave de la jornada fue la toma de muestras de ADN a familiares directos de los desaparecidos, ya que, en caso de hallarse material genético viable en los restos forenses, podrán cotejarse las identidades con mayor precisión y celeridad. Las familias colaboraron activamente en esta instancia fundamental de la causa. Según adelantaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación, una vez completados los análisis genéticos —priorizados por la urgencia y la conmoción social—, podrían obtenerse novedades en las próximas horas que permitan confirmar la identidad al menos de una de las víctimas y determinar si los crímenes están conectados formalmente.
Además de la imputación por el homicidio de Jorge Omar Anachuri, de 68 años, que desapareció el 25 de julio, la fiscalía mantiene abierto el expediente de desaparición que involucra a otras cuatro personas: Juan Carlos González, Juan José Ponce, Miguel Ángel Quispe y Sergio Alejandro Sosa, todos ellos en situación de vulnerabilidad o con alguna discapacidad. Las cámaras de seguridad y testimonios vecinales vincularon a Jurado con el traslado de las víctimas y su conducta reiterada de violencia, ya que posee antecedentes penales desde los 17 años.
En paralelo, este martes se realizaron rastrillajes adicionales en predios aledaños a la casa del detenido y se anunció que continuarán las excavaciones y peritajes en busca de más pruebas o restos humanos. Vecinos del barrio relataron episodios previos de violencia y comportamientos sospechosos del imputado, lo que refuerza la hipótesis de que se trataría de un “asesino serial” cuya detención hoy sigue generando repercusiones en toda la provincia.
Gran impacto
La sociedad jujeña sigue de cerca el caso, a la espera de los resultados forenses y de nuevas informaciones que permitan brindar verdad y justicia a las familias de las víctimas.
Durante los allanamientos realizados la semana pasada, la policía y los fiscales hallaron restos óseos, fragmentos de piel humana, ropa y objetos quemados en la casa de Jurado. Este escenario resultó clave para avanzar con las acusaciones y la hipótesis de que el caso configura cinco homicidios con un mismo patrón, afectados por la vulnerabilidad de las víctimas. La investigación también contó con el testimonio fundamental de un sobrino de 16 años que convivía con Jurado, quien relató que “pasaban cosas malas” los viernes, cuando su tío recibía en la casa a diferentes hombres en situación de calle. El menor fue asistido por personal especializado y sus dichos en Cámara Gesell aportaron pruebas contundentes para la imputación.
Laura Lozano
Andrea M. Cabrera
