Mientras el mundo mira hacia el Vaticano, se ultiman detalles para una de las decisiones más trascendentes del catolicismo.
Los 133 cardenales con derecho a voto ya se encuentran en Roma para participar del próximo cónclave, en el que se definirá quién sucederá al papa Francisco al frente de la Iglesia Católica. Todos ellos se alojarán en la residencia de Santa Marta y, a partir del miércoles, quedarán completamente incomunicados del mundo exterior hasta que logren consensuar un nuevo pontífice.
El proceso de votación tendrá lugar en la Capilla Sixtina, donde los cardenales celebrarán hasta cuatro votaciones diarias bajo los frescos de Miguel Ángel. La expectativa es alta, pero el panorama es incierto: no hay favoritos claros, y el perfil del futuro papa —si será más cercano a la línea reformista de Francisco o si marcará un giro más conservador— sigue siendo motivo de especulación.
Desde distintos rincones del mundo, fieles y analistas observan de cerca la ceremonia, cuya simbólica señal de humo volverá a ser clave. Humo negro indicará falta de consenso; humo blanco, la esperada noticia: “Habemus Papam”. Mientras tanto, el Vaticano ultima detalles en la Basílica de San Pedro, donde ya se colocaron las tradicionales cortinas rojas que se abrirán para presentar al nuevo líder espiritual de más de 1.400 millones de católicos.
Esta será la elección más internacional en la historia de la Iglesia. Con cardenales provenientes de 70 países, el cónclave representa la diversidad global que caracterizó al papado de Francisco. Muchos de estos electores han sido designados por él, y varios provienen de regiones antes periféricas para la Iglesia, como Asia, África y América Latina.
En las reuniones previas, conocidas como congregaciones generales, los cardenales intercambian visiones sobre los desafíos actuales del catolicismo. Según el cardenal chileno Fernando Chomalí, este intercambio refleja “la herencia de 2.000 años de historia y del pontificado de Francisco”. El mundo espera ahora al hombre que marcará el rumbo de la Iglesia en los próximos años.