Boca Juniors inicia su camino en el Mundial de Clubes 2025 este lunes 16 de junio frente a Benfica, en el Hard Rock Stadium de Miami, marcando así su regreso a la máxima competencia internacional de clubes bajo el nuevo formato de 32 equipos. El debut será ante un rival de jerarquía europea, el Benfica, que cuenta en sus filas con figuras como Nicolás Otamendi y Ángel Di María, y que viene de una temporada sólida en Portugal, aunque sin títulos, tras quedar segundo en la liga y perder la final de la Copa de Portugal.
El equipo argentino llega a este torneo tras una primera mitad de año difícil: Quedó eliminado en las fases preliminares de la Copa Libertadores y fue eliminado en cuartos de final del Torneo Apertura argentino, lo que precipitó la salida de Fernando Gago como entrenador. La conducción interina de Mariano Herrón tampoco logró revertir la situación, y fue tras la derrota en el Superclásico ante River cuando la dirigencia, encabezada por Juan Román Riquelme, decidió apostar nuevamente por la experiencia de Miguel Ángel Russo.
El retorno de Russo, campeón de la Copa Libertadores con Boca en 2007 y con un paso exitoso entre 2020 y 2021, representa un intento de recuperar la mística copera y la solidez táctica que caracterizó a sus mejores equipos. Russo, que rescindió su contrato con San Lorenzo para asumir este desafío, buscará imprimirle al plantel un orden defensivo y una mentalidad competitiva que le permita pelear la clasificación en un grupo exigente, que también integran Bayern Munich y Auckland City.
El debut ante Benfica será clave para las aspiraciones del Xeneize, que necesita sumar desde el inicio para soñar con avanzar a octavos de final en un torneo donde clasifican los dos primeros de cada grupo. El plantel se encuentra concentrado en Miami, ultimando detalles y adaptándose a la idea de Russo, quien afronta su tercera etapa al frente del club con la ilusión intacta y el objetivo de volver a poner a Boca en la elite del fútbol mundial.