Laura LozanoEl equipo inglés aplastó al PSG en la final, pero el show se lo llevó el mandatario de Estado Unidos.
En una noche que prometía ser histórica por la consagración del primer campeón del Mundial de Clubes en suelo estadounidense, el Chelsea se llevó todos los aplausos en lo deportivo… pero fue Donald Trump quien se quedó con las miradas al levantar el trofeo como un jugador más. El conjunto inglés goleó 3 a 0 al poderoso Paris Saint Germain en el MetLife Stadium de Nueva Jersey y alzó la copa en una final que dejó varias postales para el recuerdo.
Con goles de Cole Palmer —por duplicado— y Joao Pedro, los dirigidos por Enzo Maresca borraron de la cancha al equipo parisino, que venía de eliminar al Real Madrid y llegaba con el cartel de gran favorito. Palmer rompió el cero a los 21 minutos y amplió la ventaja antes del entretiempo, mientras que el tercer tanto llegó tras una exquisita definición del brasileño João Pedro, que selló el resultado ante un PSG completamente apagado.
Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, asistió al encuentro junto a la primera dama Melania y el titular de la FIFA, Gianni Infantino. Tras el pitazo final, Trump bajó al campo, repartió medallas y no dudó en quedarse en medio de la celebración para levantar la copa junto al capitán Reece James. Las imágenes rápidamente explotaron en redes sociales.
A pesar de los intentos de Infantino por mantener el protocolo, el mandatario se mostró exultante en la cancha, posó con los jugadores del Chelsea y protagonizó una escena insólita: se quedó a festejar como si fuera parte del plantel. La postal, entre política y fútbol, no tardó en viralizarse y generó reacciones divididas entre los hinchas.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
