Andrea M. CabreraEn la jornada de hoy realizaron la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que reunió a varios presidentes de estas regiones.
Este encuentro se realizó en el Hotel Sheraton en la Ciudad de Buenos Aires, y estuvieron presentes los mandatarios Luis Lacalle Pou (Uruguay), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Gabriel Boric (Chile), Lula da Silva (Brasil), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Gustavo Petro (Colombia), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras) y Luis Abinader (República Dominicana), así como también la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, y el de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
Estuvieron ausentes los jefes de estado de Ecuador, Guillermo Lasso; de México, Andrés Manuel López Obrador; y de Nicaragua, Daniel Ortega, mientras que Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, fue invitado a último momento, y Xi Jinping, de China, que prometió participar de manera virtual.
En esta cumbre, los países de América Latina ratificaron su promesa de “compromiso democrático” y se refirieron a los siguientes temas: Compromiso con la democracia, mejores condiciones financieras, y seguridad alimentaria, cooperación ambiental, la brecha de género y el fin del bloqueo a Cuba, el diálogo con Venezuela y la soberanía en Malvinas.
El documento que resume esta reunión, consta de 111 puntos, y 28 páginas en las que la CELAC destaca que “la democracia es una conquista de la región que no admite interrupciones”, en referencia al intento de golpe de Estado sufrido en Brasil semanas atrás.
Este documento también reúne las críticas realizadas contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el de Venezuela, Nicolás Maduro, reafirmando que la celebración de “elecciones libres, periódicas y transparentes, es una expresión de soberanía del pueblo”, y remarca la importancia de la “promoción, protección y respeto por los Derechos Humanos”, en el marco de la represión a las protestas en Perú.
En lo que respecta al compromiso por el avance en el proceso de integración, los miembros de la CELAC manifestaron: “promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural” de los pueblos, con el propósito de que América Latina y el Caribe “tenga plena conciencia de su proyección como una comunidad de naciones soberanas, capaz de profundizar los consensos en temas de interés común y contribuir al bienestar y desarrollo de la región, así como a la acuciante superación de la pobreza y las desigualdades e inequidades existentes”.
En cuanto a la deuda pública postpandemia, los firmantes exhortan a las entidades financieras internacionales y regionales a que “mejoren las facilidades crediticias a través de mecanismos justos, transparentes, accesibles y sin exclusiones” para que los países puedan recuperar la solvencia y el acceso a los mercados.
También, en lo que respecta a la seguridad alimentaria y la desigualdad, reconocen que las “múltiples crisis interrelacionadas afectan particularmente a la región” y que esto puso de manifiesto “la fragilidad del sistema agroalimentario y las desigualdades” y además “han agravado los efectos adversos del cambio climático”.
Otros puntos destacados en el documentos, se relacionan a la acción climática “como una prioridad global”, declarando la “disposición a apoyar de manera conjunta el proceso multilateral con base en la urgente necesidad de actuación de cada país”.
Asimismo, envió un mensaje a las potencias para recordar “la urgencia de que los países desarrollados cumplan su compromiso de movilizar conjuntamente los u$s100.000 millones por año a partir del 2020 hasta el 2025 para el financiamiento climático” para apoyar a los países en desarrollo. Además del compromiso de la COP26 de duplicar la financiación.
En sintonía con la acción climática remarcan que “la contaminación por plásticos es una de las principales problemáticas ambientales globales” y reafirman la necesidad de promover energías renovables para acelerar la transición.
Esta declaración también dedica varios puntos a la brecha de género, y menciona la situación de las mujeres, jovenes y niñas durante y post pandemia, señalando que se evidenció “un impacto diferenciado por motivos de género” dejando al descubierto “el aumento de los niveles de violencia doméstica”.
El texto expresa que las brechas entre hombres y mujeres en el mercado laboral, los salarios, el empleo de calidad y el acceso a la protección y seguridad social persisten hasta el día de hoy.
Finalmente, en cuanto al fin del bloqueo a Cuba, diálogo en Venezuela y soberanía en Malvinas, el texto pide expresamente por el “fin del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba”, no solo por ser contrario al derecho internacional sino también por que “causa graves daños al bienestar del pueblo”. Asimismo, pide “la exclusión de Cuba de la lista unilateral sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional”.
Respecto a Venezuela, saludan los acuerdos en el proceso de diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición agrupada en la “Plataforma Unitaria de Venezuela”.
En cuanto a la cuestión Malvinas, el documento manifiesta el compromiso “a seguir trabajando en el marco del Derecho Internacional” para “lograr que la región de América Latina y el Caribe sea un territorio libre de colonialismo y colonias”.
En este marco, el documento expresa: “Reiteramos el más firme respaldo regional a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, así como el permanente interés de los países de la región en la reanudación de negociaciones entre la República Argentina y el Reino Unido” para “encontrar una solución definitiva” según lo dispuesto por Naciones Unidas.
Fuente: Ámbito
Laura Lozano
Jujuy A Diario
