El dirigente gastronómico Luis Barrionuevo le retiró a Javier Milei el respaldo que le había dado apenas después de su triunfo en la PASO. La decisión se produce luego de que el líder de La Libertad Avanza (LLA) firmara un acuerdo político con Mauricio Macri y Patricia Bullrich de cara al balotaje contra Sergio Massa. En el espacio libertario aseguraron que no tenían noción del malestar del sindicalista, de quien un grupo de la fuerza de derecha desconfiaba, pero en quien varios se apoyaron para fiscalizar en las elecciones generales y luego se decepcionaron.
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Un importante referente del Sindicato de Gastronómicos confirmó a Infobae esta mañana que Barrionuevo se alejaría del espacio, y luego difundió un comunicado con los motivos. En resumen, se debió al pacto de palabra recién concretado con el PRO, del que -aseguraron- no estaban al tanto. “Con un sentimiento de profunda indignación y desencanto, me veo en la necesidad de alzar mi voz para comunicar que no puedo, ni voy a acompañar esta sorpresiva alianza entre el partido de Milei, Mauricio Macri y Patricia Bullrich (…) No voy a compartir un mismo esfuerzo político con alguien que es la encarnación del castigo al pueblo trabajador, como lo demostró en sus reiterados pasos por el poder”, dijo.
En una primera reacción, los libertarios se mostraron sorprendidos, pero también molestos con la decisión. Su acompañamiento a LLA había provocado fuerte desconfianza entre algunos de los dirigentes más cercanos a Milei, que durante toda la campaña habían insistido en que no había ningún pacto político con Barrionuevo sino un respaldo unilateral de su parte. Sin embargo, el propio candidato había participado en un evento organizado por el sindicalista en Parque Norte cuando promediaba la carrera hacia el 22 de agosto.
En aquella ocasión, los preparativos habían empezado con la idea de que se mostrarían juntos en el escenario. Pero luego Barrionuevo pegó el faltazo y finalmente sólo apareció en escena Milei, en una primera señal de que las conversaciones entre ambos provocaban ruidos y resistencia en LLA.
El último capítulo de los accidentados acercamientos entre el titular de Gastronómicos y Milei fue el domingo pasado. Barrionuevo había garantizado que proveería 200.000 militantes sindicales para controlar los votos, como parte de un compromiso tan concreto que hasta su hija Sandra, secretaria de Acción Social del Sindicato de Gastronómicos, mantuvo contactos con empresarios en nombre de los libertarios.
Pero ese día, los libertarios en el territorio vieron que las promesas de tecnología y un amplio caudal de fiscales que les habían hecho no se estaban concretando. Y por la noche, cuando estaba por confirmarse que los resultados serían adversos para ellos, en el búnker libertario del hotel Libertador, en avenida Córdoba y Maipú, empezaron a sospechar que, en realidad, el sindicalista nunca había tenido planeado ayudarlos. Los gastronómicos admitieron fallas en el operativo -reconocieron que al final participó menos de la mitad en todo el país-, pero las atribuyeron a la falta de disposición para operar en conjunto de parte del frente político.
El respaldo de Barrionuevo a Milei en agosto había sorprendido a todo el arco político. En primer lugar, por su cambio de opinión repentina. Y es que, apenas unas semanas antes, el sindicalista había manifestado que se plegaría al candidato de Cristina Kirchner, Eduardo “Wado” de Pedro, ubicado en las antípodas de LLA.
Pero también por el hecho de que Milei aceptara su colaboración a pesar de la pertenencia histórica de Barrionuevo a la “casta” que decía querer combatir. En el campamento de LLA, ante las consultas sobre esta contradicción, decían que “todo apoyo” era bienvenido. Pero negaban que le hubieran prometido cargos en el próximo gobierno, como habían dejado trascender desde el gremio, que esperaba quedarse con la Secretaría de Trabajo y de la Superintendencia de Servicios de Salud (que controla los fondos de las obras sociales) si Milei llegaba a la Casa Rosada. Sin embargo, Barrionuevo se jactaba ante sus colegas que el libertario le había garantizado ese poder en un eventual gobierno libertario.
En el mismo comunicado, Barrionuevo pareció deslizar un guiño al massismo al referirse específicamente a “la patria” y reivindicar al peronismo, aunque no puso nombres propios ni mencionó al Gobierno. “Es fundamental que se entienda: la patria no está en peligro. La patria somos todos nosotros, argentinos perseverantes, que día a día luchamos por salir adelante frente a los innumerables desafíos de nuestro país (…) El peronismo es parte de nosotros, de nuestra historia y lo seguirá siendo”. Pero ahora, inclusive con la excusa de su nueva alianza política a su favor, en su entorno aseguran que el dirigente gremial tampoco se volcará hacia la candidatura de Sergio Massa, con quien tiene una pésima relación.