El tarot ha cobrado fuerza en los últimos años y, de a poco, dejó de ser un tabú para convertirse en una herramienta de autocuidado y desconexión.
Sobre esto Elizabeth Celis, tarotista, señaló que son dos los motores de las preguntas: El dinero y el amor, y que a menudo quien pregunta por uno, no se interesa en el otro, “depende de la prioridad de cada persona”.
De esta forma, aclaró que “en el tarot se hacen sesiones de sanación, a veces se toca el tema del dinero y hay que reconciliar, realizar ciertos ejercicios y se hace lo mismo con las parejas”.
Asimismo, explicó: “El tarot es un consejero, es una herramienta que debe usarse con mucho cuidado, pero la persona debe saber que puede modificar eso que le dice el tarot”.
Sobre esto, aclaró “el tarot es la vida tenemos, los arcanos mayores marcan el inicio, con la carta del loco y vamos naciendo y existen distintas cartas que son situaciones que vamos viviendo, en mayor o menor medida, todos y el objetivo es la felicidad, que es el último arcano de tarot” y señaló que cuando le preguntan lo que dice es “lo que esta saliendo hoy en la vida de la persona, pero se pueden buscar herramientas para modificarlo, cambiar esa parte de la vida”.
Continuando, explicó que “en el tarot tenemos la parte predictiva y la evolutiva, en la predictiva se ve lo que puede llegar a pasar pero es modificable”, señaló.
Endulzamientos y amarres ¿Tienen consecuencias?
En el caso de las consultas por parejas, son muchas las personas que tienen cierta curiosidad por los endulzamientos y amarres. En primer lugar, cabe explicar que el endulzamiento no elimina el libre albedrío de la persona; su propósito es reforzar y revivir el amor existente. Es como despertar algo que se había apagado, pero no obligar a la persona a estar con alguien.
En contraste, el amarre sí implica una presión. Este tipo de práctica ata a la persona, forzándola a estar con otra, incluso si nunca han estado juntos. De todas formas, tanto los amarres como los endulzamientos se consideran formas de brujería.
Respecto a esto, Celis relató la experiencia de un cliente que realizó un amarre con otra tarotista que no le explicó que podía tener consecuencias, “estaba obsesionado con la persona, esa es la consecuencia, porque hay quienes tienen protecciones, y esta chica tenia protecciones altas, lo que hizo un espejo y todo lo que quería lograr se le fue a él”, explicó.
En este sentido, manifestó que sacar un amarre es muy difícil, “porque hay que hacer un trabajo de arrepentimiento, de conciencia de que lo que hiciste está mal, salir de esa desesperación, despecho e impotencia y es importante investigar bien antes”.
También indicó que “los endulzamientos tienen mucho marketing ahora y la gente no lo hace con maldad, sino por desesperación”.
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